No puedo esconder que tenia curiosidad por pasar un control en casa. Todo el año oyendo historias de la gente que van a buscarle y no les encuentran, otros que viven con mas gente y pasan el control en otro sitio, otros que ven llegar a un comisario extranjero... en fin hay casos para todos los gustos. Quien me iba a decir que después de todo el año sin molestarme y después de un mes de vacaciones iban a aparecer hoy en mi casa.
Y tampoco puedo ocultar que me sigue pareciendo una situación curiosa (por no decir graciosa), unos desconocidos que se presentan en tu casa y te ves obligado a dejarles entrar, rellenar unos papeles y a pasar el control. En poco tiempo se marchan como si sería lo más normal del mundo, claro que para ellos lo es porque hacen su trabajo...pero y nosotros?
Al final son cosas que nos vemos obligados a hacer porque lo exige la UCI y lo exigen los equipos, pero cuanto más lo pienso más ridículo me parece, ya no tenemos ni derecho de intimidad ni presunción de inocencia, pero bueno se supone que esto lo hacemos por el bien de todos y por la limpieza del deporte, así que bienvenidos sean.
P.D: Y como también recibo visitas de gente que no está muy al tanto de nuestra situación os dejo un artículo sencillo pero bien explicado
http://www.iurismatica.com/blog/off-topic-el-sistema-adams/
3 comentarios:
Bueno David pues ya los conoces , para la proxima cuando ls veas por al ventana sal a recibirlos como a unos amigos jajaja.
Pues si para mi esto es una pena macho, pero es lo que hay , se deberia hacer algo y mandar estas mierdas fuera!
Un saludo!
La verdad es que es un poco surrealista, pero es lo que hay. Es un poco como la libertad que hemos podido perder a cambio de la "seguridad" que hemos ganado a raiz de los atentados del 11-S. Al final pagamos todos. Lo unico claro que en un caso u otro siempre pillan a los malos y tramposos.
Mejor tomarselo con filosfía
No sé... Recuerdo el caso de Kevin Van Impe que le hicieron salir (corregidme si me equivoco) del entierro de su hijo para hacer un control.
Creo que el fin no justifica los medios y sois los corredores, los puteados, los que a lo mejor un día tenéis que tomar una resolución en torno al salto a la torera que se pega a vuestros derechos.
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