Nunca había corrido una vuelta con peor clima. El Tour del Mediterraneo de este año será dificil de olvidar, más que eso será una referencia a para futuras carreras. A partir de ahora, cualquier día de frío, de lluvia, de viento o incluso de nieve, saldrán de mi boca las frases "más frío hacía en el Mediterraneo", "más ropa llevaba en el Mediterraneo", o incluso "más rápido íbamos en el Mediterraneo".
A pesar del mal tiempo y de estar a primeros de año, ha sido una carrera muy rápida y nerviosa, con etapas cortas y todo tipo de terrenos. Por suerte algunos de mis compañeros ya venían rodados de Australia y han controlado gran parte de la carrera con relativa tranquilidad. Y es que tener un corredor de garantías para la victoria final te hace ir pendiente de otras cosas y olvidarte un poco del mal tiempo y demás adversidades.
La carrera ha tenido dos días decisivos, el primero y el último. La primera etapa muy corta, 90 kms y con mucho viento a favor. Salimos por la mañana a entrenar un poco y sacamos varias conclusiones, como poner un plato de 54 dientes, salir con poca ropa porque enseguida iba a sobrar, y sobre todo salir delante y coger la cabeza cuanto antes. Alguno se lo tomo tan en serio que ya en el primer kilometro iban 15 corredores por delante y llegaron con 2 minutos, entre ellos 4 compañeros que bromeaban con que habían desayunado abanicol y habían dejado atras a los que elegimos escalandrín...y no nos habían visto en todo el día.
La segunda etapa también tuvo su parte histórica, el reloj marcaba -1 grado de media durante casi 5horas, con una mínima de -4 grados. Todo el día cogiendo ropa del coche pero era inutil, contra ese frío poco se podía hacer. La etapa del sábado parecía un poco más tranquila, una fuga de 3 corredores que no llevaban mucha ventaja, y una llegada en repecho que ya sabéis quien era el favorito...y a quien les iba a tocar trabajar, a los de siempre jejeje. Hasta que nos dicen que una zona de la etapa no se podía realizar por la nieve y nos iban a parar en el km 115.
Pero eso dio pie a la polémica, la policía diciendo que no se podía pasar, el organizador diciendo que había que llegar, los directores intentando sacar provecho para sus intereses, y al final tuvimos que llegar en bici hasta la meta, con la nieve, sin la policía, con el trafico abierto, y sin poder disputar la carrera. Todo esto para nada porque a la noche nos dicen que la etapa estaba anulada y que no contaban los resultados ni los tiempos ni nada.
Y así llegamos a la última y decisiva etapa, varios puertos nevados y final en Mont Faron. Otro día de frío y velocidad, otra etapa corta y difícil de controlar, y el grupo de cabeza cada vez era más pequeño. Casualmente, los que el primer día fueron por delante gracias al abanicol, hoy iban por detrás, y acabaron retirados, así que ya estaban en el bus cuando nosotros terminamos la etapa, y tuvieron que aguantar las bromas de vuelta, desde los ya famosos "hoy era día de abanicol o de escalandrín?" hasta el mítico "no te he visto en todo el día".
En resumen, un Tour del mediterraneo histórico por muchos factores poco comunes como el frío, la nieve, el fuerte viento y las etapas cortas pero intensas, y también por otros factores más habituales, como la victoria de Alejandro y el gran ambiente en el hotel y en el autobús del Caisse!!